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".....No entiendan a la revolución como la teoría de los pobres,
no acepten a la revolución como un simple discurso,
no asesinen a la revolución con su egocentrismo,
no crean que la revolución se halla en los tinteros y el papel
o solo en algún rincón de nuestra mente,
la revolución compañeros no se hace por que a alguien
se le ocurrió o no le gusto esta o tal cosa o
con imprecaciones a la buena voluntad.
La revolución son ustedes, todos nosotros y
la futura generación, que jamás aceptara
que se nos impongan yugos por que
no o habrá revolución sin auténticos revolucionarios,
su espíritu esta en la razón y la dignidad de todos,
solo la actitud  perenne de amor
hacia el hombre y la vida de todo revolucionario
la ira enriqueciendo y liberando al mundo...
La plenitud de entrega de un autentico revolucionario
hace la revolución; el C.c. Luis de la Puente Uceda, convencido
que otra patria es posible, insigne de moralidad
con su ejemplo iluminó el camino para que nosotros
avancemos hasta alcanzar la dignidad y libertad de todos".

ILLARI CHASCA*

 

Descubro en mi memoria aquella noche

en que él anduvo

alto como un castillo en la plaza.

Lo descubro atareado

desatando las lenguas del discurso ...

Y su voz restallante caía sobre los espinazos

                                de la loba  de cien cabezas

asomadas a los balcones del viejo Club de la

                                Comensalía.

 

Yo me abrí paso con los codos

                                hasta ponerme al frente:

Y calculé su altura ...:

Sin yelmo, sin lanza, sin escudo

una torre alta como el Quijote.

Y su nariz  de pájaro picudo

y sus grandes anteojos vallejeanos

para mirar mejor

donde darle los palos a la muerte

es decir, a la hechiza, artificial, andina,

                                   endémica y hambrienta.

Fue al pie del monumento San Martín

             (¡Rugido respetable!)

                               ¡Cuantas ansias!

¡Cuan altas sus banderas!

                    ¡El discurso

sobre la noche grávida y miles de cabezas

                                 humanas en la noche!

 

Soplaba entonces cálido el aliento

de los braceros de las tierras del norte

saliendo desde sus entretelas.

Y el calor que tú sabes de lámpara votiva

aquel calor de madre te abrazaba la frente.

Entonces eras flaco como una hoja filuda de

                                       costado

y tu perfil de frente (a lo Velásquez **) ...

Cuando empezamos a entonarte un sábado

en que nos invitaste a presenciar tu muerte.

 

 Un lugar desolado en las alturas:

             cactus, balas, palomas.

Y entre cumbres un lugar en el Ande

para encajar

             tu cuerpo llamado 

Illari Chasca*

 
 
 
(**) Referencia al poeta piurano Juan Luis Velásquez
(*) Illari Chasca =  Mesa Pelada – Luis de la Puente Uceda

 

 

MAMANI*  

No fue Chagal, quien le puso en el cielo
sobre el río y los árboles volando. Hay modos
de vivir y de volar, o de morir volando. Pero
arrojado al vacío el cuerpo de un hombre joven
desde unos helicópteros carnívoros no es
                             una forma de morir nativa.
No sabes, que es importada, arte sofisticada,
                             made in usa,
ensayada sobre los arrozales  del Vietnam,
           donde le nació al mundo sobre un macabro    vómito de buitres
el más bello laurel desde sus muertos.
No fue artista del ande, del cobre o de la papa
ni fue el mago Chagal quien puso negro luto
en los cielos andinos, luto en el resplandor
                                                del arco iris
luto en el joven cuerpo de Mamani, luto
sobre  los andes
sobre el río y los árboles volando.
 
Desde entonces, los campesinos aprenden
como quema la lengua yanqui.
Aprenden a decir
dólar, napalm, robot, OK, etc, y que la muerte                                                                   
                                                        también
llega desde el cielo encendido.
Desde entonces los campesinos recuerdan a
                             Mamani,
en quechua, castellano o en silencio
cuando en sus ojos arde como una pira con                         árboles
del ande: ramas de eucalipto, hierba buena
para lavar el rostro y el dulce corazón de                                                                            
                                                        Mamani.
 
Mamani! experto en lluvia, en nieve o en                                                                          
                                                        tormentas
¡Mamani! grueso tronco, alta rama. Desde                                                                         
                                                        entonces
los campesinos crecen en número y tamaño
crecerán incesantes hasta que llegue el tiempo
del deshielo o del rayo
- más veloz que la muerte
que te arrojó al vacío - .
                                              
                                     Y tu serás la seña
                                     ¡Mamani! ¡Mamani!
 
Volverás, volarás como un joven cometa             
 Anunciarás el tiempo, el nuevo tiempo.
 
 
 
(*) Mamani = Máximo Velando
 

 

DEMOCRACIA

 

Alguna vez oí decir:

“Democracia..., democracia cuantas

estupideces y barbaridades se cometen en tu nombre”

 

Democracia

del señor presidente

que no conoce la justicia de todos

 

Democracia

de los fantoches parlamentarios

que legislan contra el pueblo

 

Democracia

sin pan, sin empleo, sin libertad

con torturas, con miseria, con explotación

 

Democracia

con votos traicionados, esperanzas rotas

y convivencias en el fango de la mentira

 

Democracia

con presos por haber dicho lo que piensan

con la sangre derramada de inocentes

sin pueblo y sin valores

 

Democracia

la que canta la ONU, OEA, OTAN

la ofertada por el FMI, BID...

esa democracia es mediocre y mezquina

La verdadera democracia 

es la que da dignidad total y bienestar

para todos.

 

PUEBLO

(Anonimo)

 

¡Pueblo; No me lacera que vivas oprimido!

Si te muelen, te muelen por que no dices nada.

Si te explotan, te explotan como a masa atontada;

Y depende de ti si siempre te han herido.

¿Acaso no comprendes, pobre pueblo aturdido

la fuerza de tu fuerza que sigue aletargada?

de ti depende pueblo; pueblo tonto, manda.

tu pudiendo vencer, permaneces vencido.

 

¿Qué harían con mil balas, con millones de balas

si tú ya no forjaras cañones cada hora,

y tus puños alzaras como bandadas de alas,

buscando la garganta en la turba explotadora?

Pueblo: de ti depende; hazlo.

 

No serán malas maneras de luchar

Por esta nueva aurora.

 

Pueblo: de ti depende; hazlo.

 

No serán malas maneras de luchar

Por esta nueva aurora.

 

 

EL COLOR DE LAS MANOS

 

(A los mártires y héroes del pueblo caídos)

 

¡Lo mataron…!!

¡lo asesinaron los malditos.…!!

se escuchaban

las algazaras yawar waqaq

que como ríos volcánicos ardían.

Una fosa silente, cuidaba

el cuerpo siniestrado de aquel hombre,

colgaba al cuello que decía:

“así mueren los perros rebeldes:”.

 

Las calles crédulas se enrabian,

las masas acorazadas

por el avezado golpe de la vida

truenan su vanguardia

en albas negras,

tardes rojas y noches sin luna

una voz viva que empuña la lucha replica::

“¡Gloria y honor al compañero caído…!!

Seguido de palmas eleva su canto.

¡Pasame…la L…!!!

y al completar su armonía, suelta

en llanto su libertad oprimida.

 

La noche infértil llora

el debacle de la vida

la mujer se desvela,

el hambre acecha,

los hijos enfermos miran…

hay presos, palos, balas…, mas muertos.

¡Como sudan y no desmayan….!

Un río de lagrimas corre

por mejillas quemadas

por que un aro de manos infames

delatan a los cobardes,

los rompe huelgas

¡Basuras!!... carajo.

¿Por qué prostituyen el honor

de los hombres?

Habrá quienes piensen mal de ellos

quienes los condenen… ¡sus hijos!!

 

Por eso os digo,

Izar la lucha de la razón dignificada

Pintar las manos del color mas humano:

Justicia, libertad y dignidad para todos.

Que el fuego del dolor

no sea la agonía,

Que las heridas se conviertan

en agrio romance de vida

ungido en el fulgor de la lucha.

 

 

IRE PRONTO Y CALLARAN

LOS QUE ESTUVIERON MUERTOS

SIN DARSE CUENTA

 

 

Será el sueño de ser justo

el que silencie las sonrisas

de las sombras vivientes.

El dolor me colmara de dicha

por que hoy entiendo todo…

 y se me empuñan las manos.

 

De tanto sufrir se cansara y purificara la tierra

para que no crezca la mala hierva

y se avivara la voz entre las venas

que correrá entre las arrugas de mi cólera.

En mi frente estampare la libertad,

aguantaré todas las penas, las calumnias,

la vanidad de mis amigos, me embriagaré

de felicidad con la sangre de mi pueblo

decidido a romper su yugo y sus tristezas

sabrán que después de larga espera

con el sudor en mi camino y con lagrimas

del que siente y piensa, habré de decir:

“Basta ya de la oscura enfermedad devota

de aquellos que siempre están…

sonriéndole a los que siempre esperan”

 

El que comparte su humanidad

sentirá la compañía verdadera,

el que sonríe con el corazón

cuando los ojos lloran conocerá el amor

más que el piensa y lucha junto a todo

sabrá que estar unidos es vencer las murallas

del horizonte y alcanzar la gloria.

 

Y al que me oiga

y aún al que no me oiga

buscare la forma de decirle:

que en nuestro ser desfila la ciencia, el arte,

la política, la palabra, el amor, nuestra lucha

nuestra dignidad, la humanidad entera,

el destino de nuestra patria que nos espera.

 

Lo poco que he aprendido lo daré

para que mi hermano tal vez pueda criticar

mis errores y emprender cosas nuevas.

Así, me iré pronto, regocijándole a la muerte

y callaran los que siempre estuvieron

muertos sin darse cuenta.

 

 

CANTO CORAL A TÚPAC AMARU,

QUE ES LA LIBERTAD
(De Edición Extraordinaria, 1958)

Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto
Micaela Bastidas


Lo harán volar
con dinamita. En masa,
lo cargarán, lo arrastrarán. A golpes
le llenarán de pólvora la boca
Lo volarán:
¡y no podrán matarlo!

Lo pondrán de cabeza. Arrancarán
sus deseos, sus dientes y sus gritos,
Lo patearán a toda furia. Luego
lo sangrarán
¡y no podrán matarlo!

Coronarán con sangre su cabeza;
sus pómulos, con golpes. Y con clavos
sus costillas. Le harán morder el polvo
Lo golpearán:
¡y no podrán matarlo!

Le sacarán los sueños y los ojos
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán. Y a golpes de matanza
lo clavarán:
¡y no podrán matarlo!

Lo podrán en el centro de la plaza,
boca arriba, mirando al infinito.
Le amarrarán los miembros. A la mala
tirarán:
¡y no podrán matarlo!

Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.

Querrán descuartizarlo, triturarlo,
mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.

Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.

Al tercer día de los sufrimientos,
cuando se crea todo consumado,
gritando ¡libertad! sobre la tierra,
ha de volver.
Y no podrán matarlo.
 

 

 

LOS DADOS ETERNOS

 

Para Manuel González Prada, esta

emoción bravía y selecta, una de las

que, con más entusiasmo, me ha

aplaudido el gran maestro.

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;

me pesa haber tomádote tu pan;

pero este pobre barro pensativo

no es costra fermentada en tu costado:

¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,

hoy supieras ser Dios;

pero tú, que estuviste siempre bien,

no sientes nada de tu creación.

¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,

como en un condenado,

Dios mío, prenderás todas tus velas,

y jugaremos con el viejo dado.

Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte

del universo todo,

surgirán las ojeras de la Muerte,

como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,

ya no podrás jugar, porque la Tierra

es un dado roído y ya redondo

a fuerza de rodar a la aventura,

que no puede parar sino en un hueco,

en el hueco de inmensa sepultura.

 

 

LOS HERALDOS NEGROS

 

Hay golpes en la vida, tan fuertes Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma Yo no sé!

 

Son pocos; pero son Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán talvez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

 

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre Pobre pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes Yo no sé!

 

 

RUTAS HETRICAS

 

“Fémina, se que estas ahí como yo

con el corazón llorante por esta opresiva vida”

 

Asomate, sin vergüenza,

ofreceme tu ser hecho boscaje, amarrame

a la pasión nocturna de tu sueño socialista,

ponme como carne en tu boca atristada.

Tú y yo somos pobres, creyentes y democráticos

y nos duele que la esperanza se vaya

a fondos disonantes por la demencia

de oligarcas y el silencio de cobardes.

 

Heurística locura, matanza de poetas;

pechos deslechados para los niños,

machetes corriendo patronales,

lluvia lavandera de calles cementeras,

y solo me bastan tus nalgas

como trincheras para mi sexo escritura.

 Fémina, la inviolable franquicia

de mi barro y tu escultura

es anemia delatada por el aullido

de enterradores de la vida.

 

Recordaras con dolor agigantado…

Tu preñez era el contento de la casa

En la sabana de trigo, tú y yo desnudos

agitábamos las penas. Ya pronto a la cosecha

entre tus delgadas piernas recibí a nuestro crío

parecía tener el alma de hierro

como presintiendo soportar

el azote del destierro…

pero se nos murió luego.

 

Fémina arrebátame esta miseria inconmovible

compárteme la cena de tu libertad,

la ruta brava de tu corazón socialista,

mi alma tísica y rebelde ansia posar

sobre el filo jarrón de tus costillas,

llorar merodeando tu pubis

para inspirar tu lucha y la mía.

 

Dios sabe que nuestro amor no es utopía

que la batalla es contra el huracán del norte

y las culebras de los cofres

esos a los que llamo “demócratas”-rentista.

Corazón mío, somos jóvenes

la tiniebla esta en el camino

pero aún tenemos fe

 y hay luz en el horizonte.

 

 

CUANDO LLORAN LOS POETAS

 

¡He aquí carne amotinada de juventud…!

¡Oh poetas de la ausencia…!

Tú que te jactas de portear tu pluma

en oro mezquino y fantaseas

tu sexo devorado por machos

o féminas insulsas.

A donde esta el trueno de tus venas,

el preso viento de libertades

que estrechan las penas del mundo.

 

Te habéis olvidado

que sois el agua de las sedes,

el trigo cercado de hambres,

el mirada de vientos populares.

la utopia humana.

Te arrimáis a la soberbia

del cóctel y los halagos burgueses,

y danza gris de tus emociones

se vuelve homicida

por que ya te alejas de la lucha.

 

¡Oh poetas…, poesía

de vientos míseros

tú que sufres en silencio

ahogado de tinta

silencia la voz del hambre y la injusticia,

de la tristeza y tortura,

del enfermo calcinado, del dolor

de un amor suicida por la mezquindad

de locos, egoístas imperialistas.

 

Enmudezcan mi llanto,

escríbanle a los hombres guerrilleros,

siéntense en el bosque de rebeldes,

pónganle límite al llanto de los niños,

denle fe a los infelices,

evoquen consignas y fusiles libertarios,

desenfrenen mocedades,

defiendan la patria sufrida

Por burdas alegrías “demócrata”-rentistas

 

¡ Salven la muerte

                        de esta malquerida vida!

 

Dejad que la juventud aprenda

de vosotros, la frágil alma de las flores,

el agrio cuerpo de ciudades,

el sollozo de la vida sin censuras,

no dejen que el paisaje los aplauda.

¡Por fin!... librense

de cárceles, gethos, prostitutas,

burgueses y cristos estampados

en monedas geométricas.

 

Despídanse del suelo y del cosmos

erguidos en sedientas dentelladas

que reclaman la dignidad de todos,

dejen el sol y las lagrimas

en las osamentas de barro

levantando la ferviente

luna de las masas.

 

¡Oh!, poetas de libertades sobrehumanas,

los quiero

hermanos,

                 amigos,

                             camaradas.

 

 

FEMENINA REBELDE LA ANHELO

 

 

Aspiro morir en hamaca de trenzas,

acariciado en arrugas de mujer indomable

junto a los pechos volcánicos, bañando

de calostro mi corazón extenuado.

 

     Yo soy el andarín que incendia el silencio,

la aproximación femenina de la muerte,

el guerrillero nocturno de los jardines,

el árbol que respira el sueño de mujer ideal;

aquella que no le teme a los hombres,

aquella que acompañe en la guerra,

aquella que estemada grite;

                 ¡vida para todos…!

     La mujer que yo anhelo;

llora si las piedras abren su espalda,

sonríe si los verdugos le dan la cara

como si las sepulturas iniciaran la vida.

 

     La mujer que yo anhelo;

se ostenta valiente, orgullosa y humilde.

No le teme a la lucha social,

no le corre a la cocina,

ella aspira una profesión, un trabajo

que la hagan sentirse libre.

 

     Aspiro hallarla femenina, romántica,

que me quiera un tanto de cerca

y otro tanto de lejos,

que me desnude en invierno

y me auxilie con su cuerpo.

¿Si sabéis donde encontrarla?

¡Decídmelo! aprisa, que las yerbas

se desangran por el sendero. 

 

 

DOLOR DE AMANTES

 

 

Fue la noche de tus ojos

que me hicieron amar tu dignidad

y adivinar los secretos de tus sueños

libertarios y primaverales.

Hacia frío y muy juntos intentamos

cobijarnos bajo el atuendo de la noche.

 

Tuve miedo…,

de tú pureza silvestre emanaba

un dolor pueblerino, amor desgarrado

que no quería rendirse fácilmente.

Me hablaste de una sombra que te tienta

ofreciéndote brillantes y decoros vilmente.

Más yo quise oírte el pensamiento

como ansiando oír que aun en tu lucha

jamás olvidaste nuestro juramento

como queriendo ver en tus ojos

que en mi piensas…

 

En aquel instante debo admitir

que me aprendí tu dignidad de mujer

cierto es que aborde celos en extremo

por esta la libertad impasible que me confiesas

callado fui dichoso por que nos hicimos amantes

firmes y combativos sin abandonar el camino.

Ahora te pido que recuestes tu dolor en mi corazón

no estés triste, mujer, que tu dolor ya es mío.

 

Tus ojos me han tocado el alma,

somos fieles amantes, pero hay algo que

que nos inquieta y nos fustiga las palabras

¿Por qué el amor se apena y se espanta

                        en la boca de oligarcas? 

 

 

AMORES QUE ARDEN

   

Llevo la piel mojada de poesías,

llevo su eco ardiente como los ríos

amor a tanta gente, aroma de flores infinitas

latido de corazón rebelde.

 

Ella me dijo te amo junto a la lucha

por el trigo, pelea por ser justo y verdadero

por nuestro pan, por que la revolución

sea la alegría del mundo.

Ella me dijo no te aflijas

la victoria es tuya compañero

            …yo soy tu conquista

 

Vendrán a separarnos, serena me repetía

no importa que no le seremos fácil

que rabien, que ladren esos imperialistas

tú y yo continuaremos nuestro sendero

mojados de bravura, con la voz ardiendo

como los lirios, por este amor a tanta gente,

aroma de flores infinitas

latido de corazón socialista.

 

Ella me enseño a luchar contra la muerte;

así lo quieren nuestros niños, el pueblo

es su voluntad y su cariño, así es como

se le impone al destino nuestras vidas

incesante me decía.

 

Ella cayo en combate por balas imperialistas

al despedirse me dijo:

¡quiérete mucho y comparte tu amor…!

Para alegría nuestra, por ser libres no te aflijas

por tanta sangre derramada en el pueblo

has que rabien y ladren

los que oprimen a nuestra gente

yo me voy a conquistar la vida

no sufras…, no llores que me voy alegre

se que tú continuaras la lucha,

me entenderás cuando el cielo se tiña de rojo

y nos volvamos a encontrar en la otra vida

mas te prometo que nuestros besos serán

por cada una de las heridas….

 

Llevo la piel mojada y ardiente de poesía

llevo su eco alegre cual esperanza

de ser libres algún día

Ella esta conmigo por que tengo fe que 

el amor llueva como aroma de flores infinitas.

 

 

GUERRILLERA

   

Guerrillera, dulce escarcha

enséñame a navegar en el mar

de tu sonrisa,

revivir con el sol de tu mirada

saciar mi sed con el rocío

de tus labios

 

Guerrillera, fiel amante

enséñame a caminar

en la ardiente llama de tu sombra

cabalgar en los montes de tu cuerpo

 

Guerrillera, miel del cielo

aliéntame para que te sienta cuando

por ir al combate nos ausentemos,

has que mi corazón te escuche

sin que digas nada;

que en mi verdad te piense

y aunque dormido te quiera

hoy, mañana y siempre.

 

 

 

VENCEREMOS

 

 

“A mi amigo Luis, por que su voz se escuche

y su corazón se agrande al saber que aun

hay lucha en los andes....”

 

Hay quienes dicen

que la revolución

se hace solo a tiros

¡ Y están equivocados !

 

Hay quines piensan

que dando buenas leyes

cambiaran nuestro destino

¡ Y están equivocados !

 

Otros que creen

que el poder emerge

de un gran electorado

¡ Y están equivocados !

 

Aunque el combate busque

conquistar los derechos,

no hay ley que se respete

sin la lucha del pueblo.

 

No aseguran conquistas

que sean perdurables,

ni las armas sin las masas

ni las masas sin armas.

 

Unido y organizado

revolucionariamente

el pueblo combativo

garantizara los cambios.

 

 

SER DE POLVORA Y TERNURA

 

“ Al Che’ Guevara a 30 años de su vida una luz

que mitiga el barro de la gente...”

 

 

La flor se hizo mecha en la sierra,

al saber del Junio que te dieron al mundo

como rocío para domar los oleajes.

Tu amor escogió espinas para cubrir las sombras

y en el monte astral te esperaban

comandante Che´ Guevara.

Tus ojos crucificaron a la muerte

el tristido acezante de tu pecho alegravbse

por el alma revolucionaria de las masas

y cual grito de metralla, tus ideas libertarias

desfilaron con el puño las mataduras siderales

para que los niños no deshojen la pena de sus venas.

 

En la brecha del destino,

se quedo el beso de tu fusil y la victoria

la marcha del poeta que aniquila la torpeza

de quien saquear nuestros terruños anda.

 

Hombre que no reposas,

el sudor de tus pisadas eran llanto de arterias

retorcidas entre piedras, infundio olivo

de tus sueños en el cañón y la guitarra,

un canto bravo, combatiente,

compañero Che’ Guevara.

 

Ardiendo quedaiste en la montaña,

tu cuerpo se hizo sol extatico, fe pueblerina

que se arrebata de las garras del olvido

escogiste descansar en sabana de oprimidos

campo, aire, flores, bañándote en el río

para ausentar tus temores y los míos.

 

Apresurado Octubre que sobrepaso tu vida

las balas no fueron tu agonía

la luz de tu mirada supo reírle a la muerte

y ornando el orgullo del horizonte

te quedaste como un ave comandante

para que suene el alba revolucionaria.

 

Tu sueño se perenniza

en los campos, ciudades y mares

cual eco juvenil de los comunes

que anuncian con el puño tu lucha libertaria

cuando pasan.

En Cuba tu sangre escribió la gloria y

en Bolivia emprendiose la senda enrojecida 

de nuestro camino y tu vida para siempre....

Comandante Che’ Guevara

 

 

¿ revolución o

contrarrevolución?

.

 

Bajo la sombra de los cóndores

entre los cardos y el amor silvestre de los espinos

he de cavar con mis dientes el hoyo

mas profundo donde pueda ahuyentar

las desdichas y

la revolución enferma de los mediocres.

Juventud escuchadme,

Vuestra vida es solo un latido alborotado,

vuestra paz un anhelo de invensibles,

vuestra libertad un desafío de victimas cantadas

a la muerte, cual tarde gris

que desprende azufre sobre el rocío.

 

Juventud, meditad la franja del olvido;

Revolución, palabra insurreccionada

consumada por asalto de rapiñas

herida en el corazón de sus verdades

arrinconada en el banquillo de oportunistas.

 

Juventud, despertarse

que nuestro trigo se pierde

en las garras de los ricos

desechad los manojos de rosas de rosas manos

si la humanidad esta llorando

por que escasea el alimento de los hijos.

 

Coged sus armas, su canto, las ideas justas

y la conciencia revolucionaria,

defiendan la alegría de la vida

el sendero luminoso de nuestro pueblo,

desgarren el sufrimiento de la tierra

afilen su voz,, anuncien que están listos

para desterrar imperialistas.

 

Juventud corran descalzos,

con versos de acero libertario

por los surcos de las chacras

seáis indiferentes y se agringen como yanquis.

 

La palabra revolución no es el terror

de mendigos, explotados y excluidos

no es el silencio del hambriento y el abatido,

el frío de la lavandera,

el menú de comedores populares    

no es enemistad de estudiantes ni conspiración

antijovenes, mucho menos fe dormida.

 

Juventud, la revolución hoy es dardo humanista

crisantemo del mundo hermanado

fármaco natural de los enfermos,

avellana libertaria de campos y ciudades,

lluvia endulzada de modernidad para todos,

la revolución es pensamiento digno y puber,

esencia escrita en el corazón del hombre.

 

Jóvenes la historia os espera,

demuéstrenle a Dios y a la humanidad

que sus brazos son como flechas

dispuestas a remendar cada nervio seccionado

de la revolución socialista, por tanto tiempo

soñada, sin dimensión ni precio.  

 

 

Y DONDE ESTÁN TODOS

 

“Denuedo universitario para mis amigos”

 

 

Y la vida abrirá sus puertas

aprenderemos a llorar como el cielo

aprenderemos a reír como las aves.

 

Desde hoy todo será distinto

de entre escombros crecerá la patria

y en un mástil de ventura

los números, letras y anatómicas figuras

tocaran la sinfonía :

            “Maestros del terruño humano”

 

Los ubérrimos inopes

intentaran golpearnos…

            ¡los enterraremos!

Los yanquis tendrán que huir

            ¡ y bailaremos!!

Dirán que somos pocos

al sitiar la plaza

sabrán que somos todos…

       ¡habrán caídas pero no derrotas!

 

En nuestras venas correrán estaciones

desde el bosque a las calles citadinas

y cuando alguien pregunte

       ¡¿ y donde están todos?! ….

 

En la gran marcha cantaremos

a cantuta el dolor perpetuo

de nueve almas en vigilia

llamando a la unidad y

en el centro del horizonte

se tenderán treinta y cinco eternidades

y mas que pregonan:

“Estamos juntos ante la vida

   O frente a la muerte” – ¡siempre libres!

por que el universo es único

para los seres…

por que así nos sentimos vivos

por que así nos sentimos hombres.

 

 

ALMA GRIS

“ Poetas, guerrilleros el amor basta

para luchar y vivir…”

 

 

¡Cuan difícil es la vida … ¡

aquí, a orillas del psitacismo

donde se filtra el mundo,

evoco la vida,

de un desolado corazón

que muere en cada escoplo.

Tuve miedo y me puse a llorar,

no pude vencer la demencia

de mis fantasías y a voz de mi agonía:

 

 

“La vida es hermosa pero a mi

me toco su tristeza, por asír el misterio

de un impropio sentimiento…”

 

¡¿Cuánta tristeza hay en el alma?!

A mas de mil sueños

que ha deshoras me envejecen,

en un silencio huido

el amor lo olvido...

Y solo, sutil observo el velo

de un pensamiento enfermo

cuerpo gris  y alas de cielo

Aunque,

 

“ el destino de poetas y guerrilleros

sea incierto, humano rebusco,

la alegría loca de mi tristeza…”

 

 

A FIDEL, COMANDANTE DE

LA 2ª Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA

DE AMÉRICA LATINA

POR SUS PRIMEROS 80ªS  

 

Sutura

    el tiempo   

        y yelmo

            tenaz

                para la Historia.

 

Prolijo

    el aire

        aroma

            tu gloria

                de aguerrido

                    guerrillero

                        del alba.

 

Rocalla

    enhiesta

        preñas

            la cárdena

                justicia.

 

Taladro

    sí

        badajo

            vellocino

                del siglo.

 

Undívago

    el hoplita

        que tamizó

            nuestra Era,

                acorraló

                    a la escoria

                        de la inmunda

                            injusticia:

                                del Homo hominis

                                                lupus.

 

El mundo

    envilencido

        te tuvo

            de adversario.

 

Y vinieron

    endriagos

        -los íncubos y

            súcubos- a

                decretar

                    tu muerte.

 

Trataron

        ¡tantas veces!

            que te

                creyeron   

                    dueño   

                        de coraza

                            de Zeus:

 

¡y no se

    equivocaron!:

 

        los dioses

            de lo probo

                decretaron

                    acaso

                        tu derecho

                            a la vida

                                (mientras

                                    medre

                                        en el orbe

                                            la menor

                                                tropelía).

 

Tu patria

    -que es

        el cosmos-

            te lleva

                por enseña

                    ¡y titán

                        nunca

                            ha habido   

                                tan tierno

                                    cual

                                        umbela!

 

Fontana

    del futuro

        Fidel           

            allende

                Cronos.

 

Porque

    el párpado    

        núbil

            de la vida

                es tu

                    insignia.

 

Y al ágape

    ilativo

        de tus 80    

            siglos

                llegarán

                    José Carlos

                        Martí

                            y el Che Guevara

                                tal compaña

                                    del pueblo,

                                        tu invitado

                                            de lujo.

 

                           

 Winston Orrillo

Lima, 24 de junio (Día del Campesino) de 2006

 

 

 

LOS DADOS ETERNOS

Para Manuel González Prada, esta
emoción bravía y selecta, una de las
que, con más entusiasmo, me ha
aplaudido el gran maestro.

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;

me pesa haber tomádote tu pan;

pero este pobre barro pensativo

no es costra fermentada en tu costado:

¡tú no tienes Marías que se van!

 

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,

hoy supieras ser Dios;

pero tú, que estuviste siempre bien,

no sientes nada de tu creación.

¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,

como en un condenado,

Dios mío, prenderás todas tus velas,

y jugaremos con el viejo dado.

 

Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte

del universo todo,

surgirán las ojeras de la Muerte,

como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,

ya no podrás jugar, porque la Tierra

es un dado roído y ya redondo

a fuerza de rodar a la aventura,

que no puede parar sino en un hueco,

en el hueco de inmensa sepultura.

 

LA RUEDA DEL HAMBRIENTO

 

Por entre mis propios dientes salgo humeando,

dando voces, pujando,

bajándome los pantalones...

Váca mi estómago, váca mi yeyuno,

la miseria me saca por entre mis propios dientes,

cogido con un palito por el puño de la camisa.

Una piedra en que sentarme

¿no habrá ahora para mí?

Aún aquella piedra en que tropieza

la mujer que ha dado a luz,

la madre del cordero, la causa, la raíz,

¿ésa no habrá ahora para mí?

¡Siquiera aquella otra,

que ha pasado agachándose por mi alma!

Siquiera

la calcárida o la mala (humilde océano)

o la que ya no sirve ni para ser tirada contra el hombre

ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la que hallaren atravesada y sola en un insulto,

ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la torcida y coronada, en que resuena

solamente una vez el andar de las rectas conciencias,

o, al menos, esa otra, que arrojada en digna curva,

va a caer por sí misma,

en profesión de entraña verdadera,

¡ésa dádmela ahora para mí!

Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?

Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,

pero dadme

una piedra en que sentarme,

pero dadme,

por favor, un pedazo de pan en que sentarme,

pero dadme

en español

algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de reposarse

y después me iré...

Halló una extraña forma, está muy rota

y sucia mi camisa

y ya no tengo nada, esto es horrendo.

 

 

 

TANKA DEL REBELDE

 

Tú que abres, dócil,

la puerta de servicio,

nunca lo olvides:

la puerta principal

espera tu violencia.

 

SECRETARIO DE ESTADO

Lavaste tu conciencia
y la colgaste en el cordel
donde se seca la ropa limpia

Pero cayeron gotas de agua sucia
que formaron un charco
y luego un río turbio
que fue a dar a la mar

Por ese mar navegan acorazados
destroyers portaviones
submarinos atómicos
que escupen fuego radiactivo

Los que no tienen nada
sólo tuvieron que lavar su sangre
y recoger a los heridos
y enterrar a sus muertos

 

 

Hoy me gusta la vida mucho menos

 

Hoy me gusta la vida mucho menos,

pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.

Casi toqué la parte de mi todo y me contuve

con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.

 

Hoy me palpo el mentón en retirada

y en estos momentáneos pantalones yo me digo:

¡Tanta vida y jamás!

¡Tantos años y siempre mis semanas!...

Mis padres enterrados con su piedra

y su triste estirón que no ha acabado;

de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,

y, en fin, mi ser parado y en chaleco.

 

Me gusta la vida enormemente

pero, desde luego,

con mi muerte querida y mi café

y viendo los castaños frondosos de París

y diciendo:

Es un ojo éste, aquél; una frente ésta,

                   aquélla... y repitiendo:

¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!

¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!

Dije chaleco, dije

todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.

Que es verdad que sufrí en aquel hospital

                              que queda al lado

y está bien y está mal haber mirado

de abajo para arriba mi organismo.

 

Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,

porque, como iba diciendo y lo repito,

¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años,

y siempre, mucho siempre, siempre siempre!

 

LA RUEDA DEL HAMBRIENTO

 

Por entre mis propios dientes salgo humeando,

dando voces, pujando,

bajándome los pantalones...

Váca mi estómago, váca mi yeyuno,

la miseria me saca por entre mis propios dientes,

cogido con un palito por el puño de la camisa.

 

Una piedra en que sentarme

¿no habrá ahora para mí?

Aún aquella piedra en que tropieza

la mujer que ha dado a luz,

la madre del cordero, la causa, la raíz,

¿ésa no habrá ahora para mí?

¡Siquiera aquella otra,

que ha pasado agachándose por mi alma!

Siquiera

la calcárida o la mala (humilde océano)

o la que ya no sirve ni para ser tirada

contra el hombre ésa dádmela ahora para mí!

 

Siquiera la que hallaren atravesada y

sola en un insulto, ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la torcida y coronada, en que resuena

solamente una vez el andar de las rectas conciencias,

o, al menos, esa otra, que arrojada en digna curva,

va a caer por sí misma,

en profesión de entraña verdadera,

¡ésa dádmela ahora para mí!

 

Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?

Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,

pero dadme

una piedra en que sentarme,

pero dadme,

por favor, un pedazo de pan en que sentarme,

pero dadme

en español

algo, en fin, de beber, de comer, de vivir,

de reposarse y después me iré...

 

Halló una extraña forma, está muy rota

y sucia mi camisa

y ya no tengo nada, esto es horrendo.

 

LOS NUEVE MONSTRUOS

 

I, desgraciadamente,

el dolor crece en el mundo a cada rato,

crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,

y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces

y la condición del martirio, carnívora, voraz,

es el dolor dos veces

y la función de la yerba purísima, el dolor

dos veces

y el bien de sér, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,

hubo tánto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,

en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!

Jamás tánto cariño doloroso,

jamás tan cerca arremetió lo lejos,

jamás el fuego nunca

jugó mejor su rol de frío muerto!

Jamás, señor ministro de salud, fue la salud

más mortal

y la migraña extrajo tánta frente de la frente!

Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,

el corazón, en su cajón, dolor,

la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,

más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece

con la res de Rousseau, con nuestras barbas;

crece el mal por razones que ignoramos

y es una inundación con propios líquidos,

con propio barro y propia nube sólida!

Invierte el sufrimiento posiciones, da función

en que el humor acuoso es vertical

al pavimento,

el ojo es visto y esta oreja oída,

y esta oreja da nueve campanadas a la hora

del rayo, y nueve carcajadas

a la hora del trigo, y nueve sones hembras

a la hora del llanto, y nueve cánticos

a la hora del hambre y nueve truenos

y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,

por detrás, de perfil,

y nos aloca en los cinemas,

nos clava en los gramófonos,

nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente

a nuestros boletos, a nuestras cartas;

y es muy grave sufrir, puede uno orar...

Pues de resultas

del dolor, hay algunos

que nacen, otros crecen, otros mueren,

y otros que nacen y no mueren, otros

que sin haber nacido, mueren, y otros

que no nacen ni mueren (son los más)

Y también de resultas

del sufrimiento, estoy triste

hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,

de ver al pan, crucificado, al nabo,

ensangrentado,

llorando, a la cebolla,

al cereal, en general, harina,

a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,

al vino, un ecce-homo,

tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!

¡Cómo, hermanos humanos,

no deciros que ya no puedo y

ya no puedo con tánto cajón,

tánto minuto, tánta

lagartija y tánta

inversión, tánto lejos y tánta sed de sed!

Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?

¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos,

 

 

UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO

 

Un hombre pasa con un pan al hombro

¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase,

extrae un piojo de su axila, mátalo

¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano

¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño

¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre

¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras

¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza

¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente

¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance

¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda

¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando

¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina

¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos

¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?

 

 

 

 

MASA

 

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»

 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:

«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando:

«Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»

 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: «¡Quédate hermano!»

 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra

le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse a andar

 

 

 

 

LA CENA MISERABLE

 

Hasta cuándo estaremos esperando lo que

no se nos debe... Y en qué recodo estiraremos

nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo

la cruz que nos alienta no detendrá sus remos.

Hasta cuándo la Duda nos brindará blasones

por haber padecido!...

Ya nos hemos sentado

mucho a la mesa, con la amargura de un niño

que a media noche, llora de hambre, desvelado...

Y cuándo nos veremos con los demás, al borde

de una mañana eterna, desayunados todos!

Hasta cuándo este valle de lágrimas, a donde

yo nunca dije que me trajeran.

De codos

todo bañado en llanto, repito cabizbajo

y vencido: hasta cuándo la cena durará.

Hay alguien que ha bebido mucho, y se burla,

y acerca y aleja de nosotros, como negra cuchara

de amarga esencia humana, la tumba...

Y menos sabe

ese oscuro hasta cuándo la cena durará!

 

 

LOS DESGRACIADOS

 

Ya va a venir el día; da

cuerda a tu brazo, búscate debajo

del colchón, vuelve a pararte

en tu cabeza, para andar derecho.

Ya va a venir el día, ponte el saco.

Ya va a venir el día; ten

fuerte en la mano a tu intestino grande, reflexiona,

antes de meditar, pues es horrible

cuando le cae a uno la desgracia

y se le cae a uno a fondo el diente.

 

Necesitas comer, pero, me digo,

no tengas pena, que no es de pobres

la pena, el sollozar junto a su tumba;

remiéndale, recuerda,

confía en tu hilo blanco, fuma, pasa lista

a tu cadena y guárdala detrás de tu retrato.

Ya va a venir el día, ponte el alma.

Ya va a venir el día; pasan,

han abierto en el hotel un ojo,

azotándolo, dándole con un espejo tuyo...

¿Tiemblas? Es el estado remoto de la frente

y la nación reciente del estómago.

Roncan aún... ¡Qué universo se lleva este ronquido!

¡Cómo quedan tus poros, enjuiciándolo!

¡Con cuántos doses ¡ay! estás tan solo!

 

Ya va a venir el día, ponte el sueño.

Ya va a venir el día, repito

por el órgano oral de tu silencio

y urge tomar la izquierda con el hambre

y tomar la derecha con la sed; de todos modos,

abstente de ser pobre con los ricos,

atiza tu frío, porque en él se integra mi calor,

amada víctima.

 

Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.

Ya va a venir el día;

la mañana, la mar, el meteoro, van

en pos de tu cansancio, con banderas,

y, por tu orgullo clásico, las hienas

cuentan sus pasos al compás del asno,

la panadera piensa en ti,

el carnicero piensa en ti, palpando

el hacha en que están presos

el acero y el hierro y el metal; jamás olvides

que durante la misa no hay amigos.

 

Ya va a venir el día, ponte el sol.

Ya viene el día; dobla

el aliento, triplica

tu bondad rencorosa

y da codos al miedo, nexo y énfasis,

pues tú, como se observa en tu entrepierna y siendo

el malo ¡ay! inmortal,

has soñado esta noche que vivías

de nada y morías de todo...

 

 

EL PAN NUESTRO

Para Alejandro Gamboa

 

Se bebe el desayuno... Húmeda tierra

de cementerio huele a sangre amada.

Ciudad de invierno... La mordaz cruzada

de una carreta que arrastrar parece

una emoción de ayuno encadenada!

 

Se quisiera tocar todas las puertas,

y preguntar por no sé quién; y luego

ver a los pobres, y, llorando quedos,

dar pedacitos de pan fresco a todos.

Y saquear a los ricos sus viñedos

con las dos manos santas

que a un golpe de luz

volaron desclavadas de la Cruz!

Pestaña matinal, no os levantéis!

El pan nuestro de cada día dánoslo,

Señor. . .

 

Todos mis huesos son ajenos;

yo tal vez los robé!

Yo vine a darme lo que acaso estuvo

asignado para otro;

y pienso que, si no hubiera nacido,

otro pobre tomara este café!

Yo soy un mal ladrón. . . A dónde iré!

 

Y en esta hora fría, en que la tierra

trasciende a polvo humano y es tan triste,

quisiera yo tocar todas las puertas,

y suplicar a no sé quién, perdón,

y hacerle pedacitos de pan fresco

aquí, en el horno de mi corazón . . .

 

ANTE DIEM

El hombre es una clave
que se repite hasta lo profundo,
estos dedos de mi mano
no son distintos que la niebla,
mis ojos y mi aliento
son tan otoño como aguacero
y no hay floresta más hermosa
que tenerte desnuda aquí dormida.
El mundo es grande pero cabe
en esta ventana sobre el mar
y Dios no hace más que yo
con mis dos manos,
han matado al hombre y lo siguen matando
y el hombre no sabe que es todo el universo.
Son tiempos oscuros estos tiempos de derrota.
Grande es el amor aunque quepa
breve, en este beso.

 

SI DIOS FUERA UNA MUJER

Mario Benedetti

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

 

 

NO SOY TERRORISTA

 

Hoy los poetas callan
ante la tumba de los idos de la Cantuta
ante el rocío de la noche oscura
ante la vorágine de la melancolía
ante la penumbra vestida de cobardía.
Aquí está el estudiante
pobre, marginado,
rebelde y tierno.

Aquí están los parias,
provincianos y excluidos
dispuestos a reivindicar su vida
poniendo este grito en el cielo
no soy terrorista, soy de la Cantuta,
no soy terrorista, soy antiimperialista
no soy terrorista, soy un luchador socialista.

Aquí está mi voz muerta
que traspasa cementerios y lápidas esculpidas
que nacen de las fosas comunes de la tierra estéril
que acusan al vil y cobarde asesino
que se esconde en las penumbras
de la mentira y su cobardía
y se protege en las axilas
del gran regordete genocida
para pedir inmunidad de rodillas
con su negra espuma plañidera
para salvarse de una condena segura
Hoy los poetas callan
ante la flor resplandeciente
ante la tumba que grita justicia
algún día habrá equidad, habrá libertad
y ustedes asesinos
pagarán su genocidio
y los poetas como yo
con lágrimas apretadas en el dulce lirio
junto a luciérnagas que serán mi compañía
vengaremos tu muerte
cantando este juglar convertido en melodía.
Podrán matar a todas las flores
menos a la Cantuta.

 

¿QUIÉN ES EL TERRORISTA?

 

¿Quién es el terrorista?
¡¿Soy yo el terrorista?!
¿Cómo puedo ser yo el terrorista
si eres tú el invasor?
¿Quién es el terrorista?
¡Tú eres el terrorista!
Me robaste  todo, aunque estoy en mi patria

Nos matan como mataron a nuestros ancestros
¿Quieres llevarme ante tus tribunales?
¿Para qué?
¡Ustedes son el testigo, el abogado, y el Juez!
Si son mi Juez
Voy a ser condenado a muerte
¿Quieres  que seamos  minoría?
¿Para que la mayoría termine en el cementerio?

¡En tus sueños!!
¿Son la Democracia?
¡La verdad, son como  los nazis!
Sus incontables violaciones al alma de los árabes
Finalmente dio su fruto
y dio a luz a vuestro hijo
Su nombre: suicida tirabombas
¿Y entonces lo llamas terrorista?

Me atacas y eres el que llora
Cuando te recuerdo que eres el atacante
me silencias y gritas:
"¿No tienen padres que los retengan en sus casas?"
"¡Dejas que niños pequeños tiren piedras!"
¿QUÉ?

Parece que olvidaste
que nuestros padres quedaron enterrados
bajo los escombros de nuestras casas
Y ahora, mientras mi agonía es tan inmensa
me llamas el terrorista?

¿Quién es el terrorista?
¡¿Soy yo el terrorista?!
¿Cómo puedo ser yo el terrorista
si eres tú el invasor?
¿Quién es el terrorista?
¡Tú eres el terrorista!
Me robaste  todo, aunque estoy en mi patria

¿Por qué terrorista?
Porque mi sangre no está en calma
¡Está en ebullición!
Porque levanto la cabeza por mi patria
Has matado a mis seres queridos
Ahora estoy completamente solo
Mis padres expulsados
Y seguiré gritando
No estoy contra la paz
La paz está en mi contra
Va a destruirme
no escuchas nuestras voces
nos silencias y nos degradas

¿Y quién eres?
Y ¿cuándo te convertiste en gobernante?
Mira cuántos has matado
y cuántos huérfanos has creado
Nuestras madres están llorando
Nuestros padres están angustiados
Nuestra tierra está desapareciendo

¡Y te diré quién eres!
Creciste divirtiéndote
Crecimos en la pobreza
¿Quién creció en libertad?
¿Quién creció reprimido?
Luchamos por nuestra libertad
Pero has hecho de eso un crimen
¡Y tú, el terrorista, me llamas terrorista!

¿Quién es el terrorista?
¡¿Soy yo el terrorista?!
¿Cómo puedo ser yo el terrorista
si eres tú el invasor?
¿Quién es el terrorista?
¡Tú eres el terrorista!
Me robaste  todo, aunque estoy en mi patria

¿Y cuándo dejaré de ser un terrorista?
Cuando me dispares y ponga la otra mejilla
¿Cómo quieres que agradezca a
quien me ha herido?

¿Sabes qué?
¡Dime cómo quieres que sea!
De rodillas con las manos atadas
Mirando al suelo
Rodeado de cuerpos
Casas destruidas
Familias expulsadas
Nuestros niños hechos huérfanos
Nuestra libertad encadenada
Oprimes
Asesinas
Enterramos

Pero seremos pacientes
Contendremos nuestro dolor
Debes sentirte seguro
Relájate y déjanos todo el dolor
Ves nuestra sangre como sangre de perros
Ni siquiera
Cuando mueren los perros reciben simpatía
Así que nuestra sangre no es tan valiosa para tí
como la de los perros
¡No!  Mi sangre es valiosa
Y seguiré defendiéndome
Aunque me llames terrorista

 

 

MI IDEAL…

 

Y resulta que a veces me pregunto quién soy,

Imagino tus ojos y creo encontrarme en tu mirada

Nuevamente…

 

Caminando entre montes y escarpados,

Ríos y quebradas…Surco mí destino

 

A veces me detengo…Observo el universo;

Y busco tu sonrisa matinal, Reflejada en el espejo

De aquella hermosa luna,  Que ilumina mi camino.

 

Voy a toda prisa, con el corazón hecho a raudales,

Brazos y manos se hunden en la tenebrosidad de las aguas,

Enfrento la ira de las olas, que chocan con las piedras,

Piedras del desprecio, la indiferencia y el olvido

Que nada saben de sonrisas…

 

Pero tu sonrisa; no pertenece a la noche,

Ella nace con el alba de cada día,

Como nacen las primaveras

Que anteceden el verano

Naces con el sol

Que ilumina

Mi ideal.

Aquí.

 

 

GOLPE FORTUITO…

 

El dolor se convirtió en lamento

Y la noche se hizo fría,

Los recuerdos disipados

Golpearon mi cabeza

Contra el asfalto del descuido,

Perdí el control de mi destino

 Todo se ha vuelto oscuro

Ya nada existe…   

 

Busco mi cimiente,

Tambaleándome en el aire,

Y caigo al precipicio…

Muy cerca al borde de la muerte,

El silencio ahoga mi garganta

Y el golpe final alerta mi llegada…

 

Nado entre fauces de cemento

Y penumbras de inconciencia,

No se si busco una salida ó una entrada,

A aquellos sueños de tinieblas

Escucho voces y una mano desconocida

Me levanta de la muerte…

 

El dolor se hace asfixiante…

Mis huesos esparcidos

Buscan encontrarse de nuevo,

Mi hombro tiembla y llora sin un solo quejido…

Me lamento yo,  si no lo  viera cargar su ideal

Para luego apuntalar la vida

Buscando construir justicia, paz y libertad…

 

Quizás solo este delirando de fiebre y dolor

Pues me dolería el alma padecer sin coger las estrellas

Me duele el alma el infortunio

Me duele la vida y la muerte

Me duele el silencio

La voz del compañero que imagine salvar

Mil veces y nunca vi llegar

Sino estando solo…

 

Lo vi luchar desde que era un niño

Corriendo contra el viento,

Jugando a las escondidas por todo el corredor

Con un ejército de hermanos

Poniendo de cabeza toda la casa

El reniego de mi  madre y la mirada zahorí de mi padre

Recuerdo tantas cosas que me devuelven a la vida

Para ser nuevamente dueño de mi muerte…   

 

VÍA CRUCIS
 

Me repugna la cercanía de los débiles:
comunes aves para cielos tan altos,
pequeñas bocas para senos tan grandes.

Tengo de siglos un dolor acumulado.
¿Pero dónde morir con esta cruz ajena?

Yo, el verbo sin carne, el extranjero,
peregrino por los templos buscando mi imagen
y arrastro serpientes atadas a mi voz.

Quien tenga pies de hierro,
que abandone sus sandalias y me siga:
mi sudor incendia los caminos.  

La palabra imposible Saúl Gómez Mantilla

Tanto viento hay en el mundo
como voces que perturban.

Tanto cielo derruido
como palabras olvidadas
en la oscuridad del tiempo.

Tanta tristeza por los campos
como versos escritos en las llamas.

 Tantas cosas dichas
ilusiones definidas
como hombres muertos por el silencio.

 

LA LIBERTARIA

A la memoria de Aída Lafuente, muerta en la cuenca minera de
Asturias, Madrid, 1935

Estaba toda manchada de sangre,
estaba toda matando a los guardias,
estaba toda manchada de barro,
estaba toda manchada de cielo,
Estaba toda manchada de España.

Ven, catalán jornalero, a su entierro,
ven, campesino andaluz, a su entierro,
ven a su entierro, yuntero extremeño,
ven a su entierro, pescador gallego,
ven, leñador vizcaíno, a su entierro,
ven, labrador castellano a su entierro,
no dejéis solo al minero asturiano.

Ven, porque estaba manchada de España,
ven, porque era la novia de Octubre,
ven, porque era la rosa de Octubre,
ven, porque era la novia de España.

No dejéis sola su tumba del campo
donde se mezclan el carbón y la sangre,
florezca siempre la flor de su sangre
sobre su cuerpo vestido de rojo,
no dejéis sola su tumba del aire.

Cuando desfilan los guardias de asalto,
cuando el obispo revista las tropas,
cuando el verdugo tortura al minero,

Ella, agitando su túnica roja,
quiere salir de la tumba del viento,
quiere salir y llamaros hermanos
y renovaros valor y esperanza
y recordaros la fecha de Octubre
cuando caían las frutas de acero
y estaba toda manchada de España
y estaba toda la novia de Octubre
y estaba toda la rosa de Octubre
y estaba toda la madre de España.

 

 NO TE RINDAS

 

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros
Y destapar el cielo

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar el canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
e intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo.
Porque ésta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

 

 

 

El 5to DÍA DE UNA HUELGA

DE HAMBRE
 


Si no consigo expresar bien, hermanos,
Lo que quiero decirles,
Tendrán que disculparme:
Siento algunos mareos,
me da vueltas un poco la cabeza.
No es el alcohol.
Apenas, es un poquito de hambre.

Hermanos,
Los de Europa, los de Asia, los de América.
Yo no estoy en prisión ni en huelga de hambre.
Me he tendido en el césped, esta noche de mayo,
Y los ojos de ustedes me miran de muy cerca,
lucientes como estrellas,
En tanto que sus manos
son una sola mano estrechando la mía,
como la de mi madre,
como la de mi amada,
como la de la vida.

Hermanos míos:
Por otra parte, ustedes nunca me abandonaron,
Ni a mí, ni a mi país,
ni tampoco a mi pueblo.
Del mismo modo que los quiero a ustedes,
ustedes quieren a los míos, lo sé.
Gracias, hermanos, gracias.

Hermanos míos:
Yo no tengo la intención de morir.
Si soy asesinado,
Sé que entre ustedes seguiré viviendo:
Yo estaré en los poemas de Aragón
(en su verso que canta la dicha del futuro),
Yo estaré en la paloma de la paz, de Picasso,
Yo estaré en las canciones de Paul Robeson
Y, sobre todo
y lo que es más hermoso:
Yo estaré en la triunfante risa del camarada,
Entre los cargadores portuarios de Marsella.
Para decirles la verdad, hermanos,

Yo soy feliz, feliz a rienda suelta.

 

 

SE ACABO
Son


Te lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió;
ay, Cuba, ya se acabó,
se acabó por siempre aquí,
se acabó,
ay, Cuba, que sí, que sí,
se acabó
el cuero de manatí
con que el yanqui te pegó.
Se acabó.
Te lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.

Garra de los garroteros,
uñas de yanquis ladrones
de ingenios azucareros:
¡a devolver los millones
que son para los obreros!
La nube en rayo bajó,
ay, Cuba, que yo lo vi;
el águila se espantó,
yo lo vi;
la coyunda se rompió,
yo lo vi;
el pueblo canta, cantó,
cantando está el pueblo así:
-vino Fidel y cumplió
lo que prometió Martí.
Se acabó.

¡Ay, qué linda mi bandera,
mi banderita cubana,
sin que la manden de afuera,
ni venga un rufián cualquiera
a pisotearla en La Habana!
Se acabó.
Yo lo vi.
Te lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.

 

 

EVA SALE A BUSCAR SEMILLA


Algo de guerra tiene la golpiza en la casa
el no entender ese trozo de tierra que nos viste
agua marina nos recorre adentro

Algo de guerra tiene
embadurnarnos de plástico en vidrieras
recortarnos la piel como papeles
juzgar nuestra pequeñez morena y pobre

Algo de guerra tiene
matarnos la carne de los hijos
prohibirnos el pan que amasamos
la tierra que ancestralmente es nuestra

Algo de guerra tiene
convertir nuestra desnudez en pornografía
vendernos en portadas de revistas
tildarnos de bellas y pasivas
como intentando callar nuestra rabia de siglos
nuestra bronca de ahora

Algo de guerra tiene declararnos musas
a estas manos no les hace falta tinta

para hacer poesía

Algo de guerra tiene
acostarnos al parir nuestros hijos
soledad en medio del llanto de

ese niño que sólo es añoranza
de su nido

Algo de guerra tiene
la faldita de la escuela
la muñeca anoréxica
la cocinita de plástico, el lacito rosado
cerrar las piernas, no hablar en público,

pedir permiso
siempre bajar la cabeza

Algo de guerra tiene
no tener nombre sino ser hija o madre

o esposa de un hombre
ser el apellido

Algo de guerra tiene
no reconocerse en el espejo
imitar otras voces, otros cuerpos

Algo de guerra tiene este occidente

de Evas esclavas de dios y progreso

Mordemos la manzana
Pachamama tiene nombre de mujer

 

 

AQUÍ CAE MI PUEBLO

 

Aquí cae mi pueblo. A esta olla podrida de la fosa

común. Aquí es salitre el rostro de mi pueblo.

Aquí es carbón el pelo de las mujeres de mi pueblo,

que tenían cien hijos y que nunca abortaban

como las meretrices

de los salones refinados en que se compra la belleza.

 

Aquí duermen los ángeles de las mujeres que parían

todos los años. Aquí late el corazón de mis hermanos.

 

Mi madre duerme aquí, besada por mi padre.

Aquí duerme el origen de nuestra dignidad:

lo real, lo concreto, la libertad y la justicia.

 

 

POEMA DE UN EMIGRANTE

 

Dejo mi esposa, mis dos hijos, mis padres

y mis amigos... Dejo mi pueblo, mi cultura

y mi patria.

 

Aunque no quisiera,

ya voy camino hacia el NORTE.

Llevo conmigo todo y nada.

Llevo mis raíces pues me sacaron

de la tierra que Dios me había prestado.

Dejo mi esposa,

mis dos hijos, mis padres y mis amigos...

Dejo mi pueblo, mi cultura y mi patria.

No me queda mucho...

Hasta la mochila me volaron...

Aún me queda la fe, la esperanza

y el sueño de llegar al NORTE,

y un corazón lleno de tristeza ...

Aún así sueño...

lo mismo que todos los migrantes ...

 

De regresar a los míos

y vivir como Dios quiere que viva todo ser humano...

 

 

PIDO LA PALABRA


Ciudadanos del mundo,
en nombre de mi patria, pido la palabra.
En nombre de mi pueblo, sencillo

como el agua de la acequia, pido la palabra.

En mi pequeña morada comenzó la patria
allí todos gritaban en las noches

cuando el puño del alcohol
caía sobre el rostro de mi madre,

recuerdo la sangre y los nervios,
los nervios en angustia de alambres aprensados;
en las noches hondas, pobladas de llanto

y el miedo de los pequeñitos allá,
en la esquina más dolorosa de mi sangre,

comenzó la patria.

 

La escuela vino después,
también la patria estaba allí avergonzada, humillada;
ocultando en los rincones más apartados,

sus pies descalzos.
 

Y la patria me miraba acongojada

desde mis propias pupilas nubladas,
desde mis manos vacías y mis sueños enturbiados.


A mí me mostraban la escuela poblada

de azules campanas y la patria cuajada

de campos abiertos, pero, pero mi patria gemía

a 4000 metros sobre el nivel del hambre,
hombres que crecía como piedras

paridas por la montaña, desnudos

y fríos como peces muertos,
moviéndose a penas, llevando a cuestas su grito
trancado como una roca clavada

en lo más hondo, en lo más duro de la tierra.

No señores,
la patria no era solamente la escuela poblada

de altas campanas ni la tierra salpicada

de lagos felices, no era solamente

los montes incrustados de cielo,
ni los desfiles en los días de fiesta,
era también la impotencia del hombre
cuando el pan se convierte en gemido

detrás de las puertas, era la muchacha

que buscaba su vestido dominguero

en la esquina de la noche;

eran las manos crispadas en los mercados,
y el llanto, extendido en las estaciones.

 

Mi padre borracho era la patria

que pesaba sobre mis pupilas,
sobre mis labios, sobre mis zapatos rotos;
y con esa patria a cuestas yo asistí a la escuela.
La maestra, me mostraba siempre una patria
y un cielo a los que nunca pude comprender.
Una patria con héroes, con cerros de plata,
con tierras llenas de árboles frutales;
pero yo tenía que regresar a mi casa en las noches,

y allí estaba la patria,
en el pan para dos que nunca satisfacía a cuatro,
en las pupilas de mi padre abiertas
como dos diablos encendidos en medio de los niños.

 

No señores, no.
La patria no sólo estaba en los salones,

ni en los discursos de los presidentes,
ni siquiera en la bandera y sus colores.


Yo encontré a la patria botada en mitad de las calles,
mientras la lluvia cercenaba sus carnes.
Yo la vi desgarrarse por coger un pedazo de carne

y otro poco de pan, y lloré su tragedia,

porque teniendo hambre, se comió su libertad.

Y mentidme a mí ahora, mentidme.
Yo vi a mi patria en todos sus confines,
la sentí como un garfio clavado en mitad de mi angustia,
la llevé como túnica de yeso por todos mis caminos,
la sentí como el peso de dios sobre el pecado

y busqué su voz
para multiplicarla sobre las campanas del tiempo.


Yo vengo en nombre del obrero

y sus overoles manchados,
en nombre de mi padre y su vicio,
pagado con la desnudez de sus hijos,
en nombre de mi madre y su voz callada,
en nombre de los niños yo vengo,
en nombre de mi patria estrujada por manos sin salario.
Yo no vengo a pedirles nada, nada que les pertenezca.

Mi pueblo, mi pueblo quiere su paz,
quiere su barco para recoger de playas lejanas
un canto de gaviotas nuevas,
quiere sembrar su trigo y levantar sus fábricas,
quiere que sus niños rían,
jueguen y salpiquen los campos

como las gotas de rocío al alba,
quiere que todos crezcan a lo largo de los ríos

como el trigo, y que todos se hinchen de sol

y de lluvia como las uvas,
en la cuenca dilatada de los valles.

 

En nombre de mi pueblo,
humilde como la hierba, sencillo como

el agua de la acequia, ciudadanos del mundo,
pido la palabra.

 

 

EPÍSTOLA A LOS POETAS

QUE VENDRÁN

 

Tal vez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;

tal vez mañana los poetas pregunten

por qué nuestros poemas

eran largas avenidas

por donde venía la ardiente cólera.

.

Yo respondo:

por todas partes oíamos el llanto,

por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.

¿Iba a ser la Poesía

una solitaria columna de rocío?

Tenía que ser un relámpago perpetuo.

.

Mientras alguien padezca,

la rosa no podrá ser bella;

mientras alguien

mire el pan con envidia,

el trigo no podrá dormir;

mientras llueva sobre el pecho de los mendigos
mi corazón no sonreirá.

.

Matad la tristeza, poetas.

Matemos a la tristeza con un palo.

Hay cosas más altas

que llorar amores perdidos:

el rumor de un pueblo que despierta

¡es mas bello que el rocío!

El metal resplandeciente de su cólera,

¡eso es más bello que la espuma!

Un Hombre Libre,

¡es más puro que el diamante!

.

El poeta libertará al fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.

 

 

LA LLAVE QUE NADIE HA PERDIDO


La poesía no sirve para nada me dicen
Y en el bosque los árboles se acarician
con sus raíces azules
y agitan sus ramas al aire
saludando con pájaros la Cruz del Sur
La poesía es el hondo susurro de los asesinados
el rumor de hojas en el otoño
la tristeza por el muchacho
que conserva la lengua
pero ha perdido el alma
La poesía, la poesía es un gesto
un sueño, el paisaje
tus ojos y mis ojos, muchacha
oídos corazón, la misma música
Y no digo más, porque nadie encontrará
la llave que nadie ha perdido
Y poesía es el canto de mis Antepasados
el día de invierno que arde y apaga
esta melancolía tan personal

 

 

 

 

 9.

 

 

El día tiene veinticuatro horas.
La ampolleta está encendida las 24 horas.
La ampolleta cuelga del centro del cuarto.
El aire del cuarto es pesado.
Puertas y ventanas permanecen cerradas.


Los prisioneros tienen la cabeza inclinada.
Los prisioneros están sentados en sillas.
Los prisioneros están con la vista vendada.
Pestañas y cejas se pegan a la venda.
Bajo la venda se mueven los párpados.
Las manos se hinchan.
Las manos están atadas con cordeles.


Sacan encapuchado a un prisionero del cuarto.
Los prisioneros se quejan susurran se mueven.
Los prisioneros deben permanecer inmóviles.
Los prisioneros deben permanecer en silencio.
Cualquiera infracción es duramente castigada.
Los prisioneros reciben alimento una vez al día.
El caldo es magro y se sirve frío.


Los prisioneros beben agua en forma racionada.
No se permite el aseo personal a los prisioneros.
Los prisioneros van una vez al día al retrete.
Pasada la medianoche permiten tenderse en el suelo.
El compañero que fue al interrogatorio no ha vuelto.
Los prisioneros duermen sólo con sus ropas.
En la noche son audibles los gritos de los compañeros.
Los prisioneros son despertados en la madrugada.

 

 

EL MAÍZ ES UN CIELO

 

He comido de esta cena

de este maíz oprimido y triste

que me enseñó a compartir la mesa,

he saciado en él tanta miseria.

¡Yo le debo este cielo preñado en el que ando

en busca de los sueños que nos faltan!

 

Me arropó este maíz la carne

desnudando su semilla,

anudando mis palabrillas desgarradas.

¡He comido de su labio,

de su desgracia ajena y propia!

¡Y me sabe a flor la dulzura de su plato

y a tierra húmeda la esperanza de su luz!

 

Maíz, tu carita blanca de paisajes nos deleita

y tu tibieza

alumbra la tristeza de los niños en los Andes.

 

¡Han descendido asemejándose a ti las estrellas!

 

¡Maíz, llegará el día

en el que ya no tendrás que desnudar tus paisajes,

ni ponerte a temblar ante el tirano!

 

¡Llegará el día

en el que ya no te escarbarán los perros,

porque ellos también tendrán qué comer!

 

¡Llegará el día en el que reposes de tu fatiga

y bebas de la lluvia como beben las muchedumbres!

 

¡Llegará el día en el que las pobres madres

ya no se pregunten qué ha sido del maíz,

porque tú estarás sentado en nuestra mesa

multiplicando los panes que antes nos negaron!

 

¡Maíz, yo te debo estas palabras que hoy fecundan

mi silencio!

 

¡Te debo esta palabra con la que he empezado a nacer!

 

¡Llegará el día en el que ya no te marchiten las guerras!

 

¡Ése día llegará! ¡No se rindan!

 

¡Porque el maíz es un cielo en el que los hombres

tienen despierto el amanecido porvenir!

 

 

LAS ABARCAS DESIERTAS

 

Me vistió la pobreza, Me lamió el cuerpo el río,

Y de pié a la cabeza, Pasto fui del rocio...

 

Por el cinco de enero
Cada enero ponía
Mi calzado cabrero
A la ventana fría.

Y encontraba los días
Que derriban las puertas
Mis abarcas vacías
¿Mis abarcas desiertas?

Nunca tuve zapatos,
Ni trajes, ni palabras.
Siempre tuve regatos,
Siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
Me lamió el cuerpo el río,
Y de pié a la cabeza
Pasto fui del rocio.

Por el cinco de enero
Para el seis yo quería
Que fuera el mundo entero
Una juguetería.

Y al andar la alborada
Removiendo las huertas,
Mis abarcas sin nada,
Mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
Tuvo pie,
Tuvo gana
Para ver el calzado de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
Toda gente de botas
Se rió con encono
De mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
Cubrir de sal mi piel,
Por un mundo de pasta
Y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
De la majada mía
Mi calzado cabrero
A la escarcha salía.

Y hacia el seis
Mis miradas hallaban en sus puertas
Mis abarcas heladas
Mis abarcas desiertas.

 

HAY QUE TENER...

Se dice que nos invaden, cuando vienen en patera. Y les llaman oleadas, aunque sean unas docenas,…

 

Hay que tener mal talante
Para llamar delincuente
Al que es un emigrante
O, más bien, superviviente,…

Viene en busca de trabajo,
Huyendo de la miseria,
De la pobreza, del paro,
De la opresión y la guerra,…

Se dice que nos invaden


Cuando vienen en patera
Y les llaman oleadas,
Aunque sean unas docenas,…

Mas, los que llegan a miles
Con pasaporte turista,…
A esos nada hay que decirles,
Porque tienen buena pinta,…

Y ya no somos racistas
-aunque el turista sea negro-
Porque trae muy buena pinta:
La que le da su dinero,…

Si es pobre se le condena
A comer un vil mendrugo
Pero –mira tú- qué pena:


¡Es víctima, no verdugo!

Hay que tener mal talante
Para llamar delincuente
Al que es un emigrante
O, más bien, superviviente...

 

 

 

NIÑO DEL HAMBRE


A los niños huérfanos que mueren de hambre por las calles y mercados… en Corea del Norte


Ayer te vi, Niño del Hambre,
desnudo y solo.
No me miraste.
Pasé despacio, por tu dolor… seguí de largo.
Niño del hambre,
¡qué viejo estabas!, no me miraste.
Un pie en la cuna, otro en la muerte…
Y yo, en silencio, acabé mi plato,
cerré la puerta,
peiné mi pelo y pasé de largo.
Eres la Vida, Niño del Hambre.
Si hoy me miras,
si te detienes,
yo no soy digna, pero, tal vez…
siga tus pasos.


¡Rómpeme el alma, con tu silencio
destroza todo lo que he creado!
Mírame, tócame, porque ahora sé que soy yo la muerta.
 

Que soy de piedra.
Tus ojos negros, tus manos largas,
tu paso errante…
¡Niño del Hambre!
Te estás cayendo, y eres la Vida.
Eres la Vida, eres un grito
sabor de sangre.
Dolor tan grande
que movería todos los mares.
Si bajo un paso y nos encontramos
yo, que soy piedra, seré de carne.
Eres la Vida, Niño del Hambre.

MURIÓ DE HAMBRE

Murió de hambre.
Jamás, con todo, se fijará
sobre su tumba esta razón
porque será enterrado en la fosa común.
Jamás se inscribirá sobre su tumba este motivo
porque no hay pasaporte para la pura verdad.

Había ido de ventanilla en ventanilla
en todas las oficinas
por todas las fábricas
por las moradas de todos los terratenientes.
No había nunca para él una plaza vacante...

Jirón a jirón su ropa acabó en harapos.
Y esto, junto a miles de piezas de tela
con las que nadie sabía qué hacer.
Se tumbaba a las noches en plena intemperie
hoy aquí, mañana allá.
Y, sin embargo, era un hombre.
Un hombre como tú.
Un hombre como yo.
Un hombre como todos los demás.
Un hombre como todos los hombres.
Y se tumbaba a las noches sobre la desnudez del sueño
al vecino calor de las confortables mansiones.

El hambre, en las entrañas..
El frío, en los huesos.
Sus carnes, rotas de flacidez y de cansancio.
Sin color. Sus costillas, un rosario de huesos.
Un grito de rebeldía cada fémur

No se escribirá, no, sobre su tumba
que murió lentamente, lentamente de hambre,
en tanto que la harina enmohecía en los comercios
y mientras que, detrás de sus contadurías
defendidas por rejas,
las fábricas, a reventar de productos,
contaban y contaban sus pingües beneficios.

Un hombre muere.
Un hombre como tú.
Un hombre como yo.
Un hombre como todos los hombres.
Un hombre muere de hambre,
de hambre, pero al lado de la abundancia.

No. No se dirá sobre su tumba:
«Murió de hambre».
¡Maldito el hombre
que desprecia al hombre
y lo rebaja!
No se escribirá sobre su tumba, no,
«Murió de hambre».

Y tú, amigo; pero tú, amigo,
recuérdalo:
ése murió de hambre
lentamente, lentamente, lentamente,
¡de hambre!
Un hombre como todo hombre.
Un hombre como tú
"muerto de hambre".
Lentamente, lentamente
en un mundo de abundancia...

 

 

NIÑO SOMALÍ

( dedicado a los mayores )

Hoy tengo la gripe,
pero no me duele la espalda.

Hoy sólo me duele la mirada,
de ese niño somalí.

Es un niño que no tiene nada.
Niño sin juguetes, sin comida,
sin agua.

Estuve allí,
y le dije al niño somalí:
- te traigo unos cuentos.
Y el niño me dijo con la mirada:
- yo no estoy para cuentos
ni para nada.

Hoy tampoco estoy para versos
porque me duele la mirada
de ese niño de somalia.

Es un niño que sólo tiene moscas
en los ojos y en los labios secos.
( son de esas moscas
que sólo pican a los muertos ).



NIÑOS DE SOMALIA


Yo como
Tú comes
El come
Nosotros comemos
Vosotros coméis
¡Ellos no!




PROBLEMAS DEL SUBDESARROLLO

Monsieur Dupont te llama inculto,
porque ignoras cuál era el nieto
preferido de Víctor Hugo.
Herr Müller se ha puesto a gritar,
porque no sabes el día
(exacto) en que murió Bismark.
Tu amigo Mr. Smith,
inglés o yanqui, yo no lo sé,
se subleva cuando escribes shell.
(Parece que ahorras una ele,
y que además pronuncias chel.)
Bueno ¿y qué?
Cuando te toque a ti,
mándales decir cacarajícara,
y que donde está el Aconcagua,
y que quién era Sucre,
y que en qué lugar de este planeta
murió Martí.
Un favor:
Que te hablen siempre en español.

 

 

A IQBAL MASHIB, NIÑO DE LA LUZ



Naciste en la noche,
parido fuiste con más dolor, con más pena,
aquella mujer triste que acunó la simiente
te trajo a esta tierra,
todo el polvo que pisar podía tu sombra
fue tu cuna primera.

Eres niño y no conoces
la sonrisa de los que no han crecido;
eres hombre y el sol
no te divisa entre las hierbas.
Trabajo, el pan único de tus días,
sudor, el agua de tu boca,
rabia, alfombra, sangre…
pero sueños también en el látigo,
en la pena, en el hambre.

Pecho infantil que cobijas
un existir todo penas,
manos tiernas
roídas por la herramienta,
máquinas tragando brazos,
fatal humo ensuciando caras,
secando lágrimas,
traqueteo infernal que quiebra piernas…
¡niños, tan sólo niños,
ahogados de cadenas!

Estas criaturas, estos tallos,
que para morir nacen,
que para ser aplastados
- horrible la mano,
sucias nuestras manos-
son arrancados a la tierra:
para el sudor y el trabajo,
para abonar la opulencia…
y pronto, muy pronto
volver a ella,
caer,
descansar al fin
bajo la misma tierra.

Tú, Iqbal, nacido en la noche,
forjado en el yunque
de la explotación y la miseria,
naciste para ser luz,
encender llama,
fuego en los niños rotos,
de corazón marchito,
por la ambición que cunas acecha.

Una voz de silencio,
una mano de paz
y un corazón de Cristo lleno:
tu Vida fue Grito inmenso
de Libertad.

Y Él expira, como ayer,
en el mismo monte,
sobre la cruz desnuda de cada niño esclavo.
¿Cuánto tiempo más
nos seguiremos lavando las manos?

 

 

MENOS TU VIENTRE


Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.

 

 

NANAS DE LA CEBOLLA


La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

 

EL NIÑO YUNTERO

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

 

 

EL NIÑO DE LA NOCHE


Riéndose, burlándose con claridad del día,
se hundió en la noche el niño que quise ser dos veces.
No quise más la luz. ¿Para qué? No saldría
más de aquellos silencios y aquellas lobregueces.

Quise ser... ¿Para qué?... Quise llegar gozoso
al centro de la esfera de todo lo que existe.
Quise llevar la risa como lo más hermoso.
He muerto sonriendo serenamente triste.

Niño dos veces niño: tres veces venidero.
Vuelve a rodar por ese mundo opaco del vientre.
Atrás, amor. Atrás, niño, porque no quiero
salir donde la luz su gran tristeza encuentre.

Regreso al aire plástico que alentó mi inconsciencia.
Vuelvo a rodar, consciente del sueño que me cubre.
En una sensitiva sombra de transparencia,
en un íntimo espacio rodar de octubre a octubre.

Vientre: carne central de todo lo existente.
Bóveda eternamente si azul, si roja, oscura.
Noche final en cuya profundidad se siente
la voz de las raíces y el soplo de la altura.

Bajo tu piel avanzo, y es sangre la distancia.
Mi cuerpo en una densa constelación gravita.
El universo agolpa su errante resonancia
allí, donde la historia del hombre ha sido escrita.

Mirar, y ver en torno la soledad, el monte,
el mar, por la ventana de un corazón entero
que ayer se acongojaba de no ser horizonte
abierto a un mundo menos mudable y pasajero.

Acumular la piedra y el niño para nada:
para vivir sin alas y oscuramente un día.
Pirámide de sal temible y limitada,
sin fuego ni frescura. No. Vuelve, vida mía.

Mas, algo me ha empujado desesperadamente.
Caigo en la madrugada del tiempo, del pasado.
Me arrojan de la noche. Y ante la luz hiriente
vuelvo a llorar desnudo, como siempre he llorado.

 

 

A LA NIÑA ESCLAVA


Yo quiero ser sincero conmigo.
Lloraban sus ojos verdes
ríos de lágrimas, a mares lloraban.
Lloraban sus negras penas.
Lloraba la niña esclava.

Yo quiero ser sincero contigo.
La pequeña lloraba acurrucada,
lágrimas verdes, color esperanza.
Lloraba su cuerpo entero.
Lloraba la niña esclava.

Yo también quiero llorar contigo.
Lloraban sus manos negras,
lloraban sus heridas amargas,
lágrimas rojas, color justicia.
Lloraba la niña esclava.

Amigo, ¿quieres ser sincero contigo?
Lloraban sus manos rojas,
lloraban en tu corazón de piedra.
Lloraban sus ojos verdes,
Dios quiera que no se pierda.

Gota a gota en tu corazón lloraba.
Lloraba en tu corazón sincero.
Lloraba sobre piedra que se partía.
Lloraba en tu corazón amigo.
Lloraba y daba vida mientras moría.

 

CANCIÓN PARA UN NIÑO EN LA CALLE


A esta hora exactamente,
Hay un niño en la calle...
¡Hay un niño en la calle!

Es honra de los hombres proteger lo que crece,
Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
Evitar que naufrague su corazón de barco,
Su increíble aventura de pan y chocolate
Poniéndole una estrella en el sitio del hambre.
De otro modo es inútil, de otro modo es absurdo
Ensayar en la tierra la alegría y el canto,
Porque de nada vale si hay un niño en la calle.

A esta hora exactamente,
Hay un niño en la calle...
¡Hay un niño en la calle!

No debe andar el mundo con el amor descalzo
Enarbolando un diario como un ala en la mano
Trepándose a los trenes, canjeándonos la risa,
Golpeándonos el pecho con un ala cansada;
No debe andar la vida, recién nacida, a precio,
La niñez arriesgada a una estrecha ganancia
Porque entonces las manos son inútiles fardos
Y el corazón, apenas, una mala palabra.

A esta hora exactamente,
Hay un niño en la calle...
¡Hay un niño en la calle!

Pobre del que ha olvidado que hay un niño en la calle,
Que hay millones de niños que viven en la calle
Y multitud de niños que crecen en la calle,
Yo los veo apretando su corazón pequeño,
Mirándonos a todas con fábula en los ojos,
Un relámpago trunco les cruza la mirada,
Porque nadie protege esa vida que crece
Y el amor se ha perdido, como un niño en la calle...

A esta hora exactamente,
Hay un niño en la calle...
¡Hay un niño en la calle!

 

EL ÚNICO IMPUNE ES EL AMOR


No lograrán aquellos que matan sueños
los de sonrisa falsa
promesantes recorriendo listas
desanudar los cuerpos de la noche
los caballos desatados
Los que yacemos sabemos de peligros
a saber
el frío de la noche
el sueño y el cansancio
la sábana anudada
el paso de los años
Nada pueden contra nosotros
los anteojos oscuros
las voces metálicas escondidas
el chirrido del peligro que acorrala
Tomame la mano
envuelve mi cintura
que la muerte aún acecha
en esta tierra de traidores como dedos
Nos encontrarán la noche y la muerte entrelazados
Que la bala nos una para siempre
cantando a la libertad
la sangre que del pueblo han derramado
ahogará tarde o temprano a los traidores
como cae el agua evaporada hacia la tierra.

 

LIBERTAD BAJO PALABRA

A Octavio Paz y cada poeta

Libertad bajo palabra
construída con letras en poesía
escrita con signos
    en la cárcel
de la mente

todo poema se cumple
    pese al poeta
alegría y dolor en cada pujo
que expulsa al mundo lo creado
compulsión de la obra que sola nace

palabra fácil
    la poesía

cada poeta apéndice
    de la Gran Obra
que se escribe apilando cráneos de "creadores"
como un extenso cordón que liga
placenta

octavio whitman
cada uno voz de nuestra multitud
nuestro arrebato
dibujando una vez más
    el mismo mundo
pincelando con color variado
usando un mismo lienzo
capa sobre capa
muchacho sobre muchacha
joven inclinada
    sobre su secreto

calles donde te sigo
 me sigues

paisajes oscuros de soledades
 de fuego y sexo
todo el universo en palotes
esbozos
incompletos
ansia y dolor en letras

como unirse a la mujer amada
y sentirse aún incompleto
esperando el milagro
recordar a la que enamora
aquella más amada que la que amas
la inasible
la lejana
la que amarás
si ella lo quiere un día de estos
y
te fecunda el alma. (1)

 

DIARIO DE UN DESAPARECIDO

(que bien pude haber sido)


A las Madres de Plaza de Mayo

Cómo cantarle a la vida entre tanta muerte impune.
Qué sobretodo ponerme
si mis huesos están fríos

como los que ayer salieron a la luz.


Cómo esbozar una sonrisa perenne

que borre la mueca de dolor,
la mirada autista ante el horror,
que se perpetúa en la injusticia.
Cómo transformar en sencilla la vida,
si mi voto es al silencio ,
si avalo la protección al poderoso
y la persecución a los humildes.
Sin trabajo no hay pan,
sin pan no hay vida,
¿De qué harina están hechos los traidores?
Si el modelo modela mi muerte,
¿por qué no tomar las armas?
¿por qué no ser uno menos en esta morgue
y unirme a los ausentes?
Si olvido mi dignidad,
¿quién se pondrá pañuelo en la cabeza al evocarme?
Dolor de dolores,
nuestra gente ausente,
dolor tan eterno como la muerte,
sin regreso ni tiempo,
como la justicia,
sin regreso,
como la justicia,
ya sin tiempo.

 

EL POETA



El hombre peligroso está sentado
mente y hoja en blanco, como siempre.
¿Qué busca ese loco,
si el don ya fue prohibido?
"¡Que nadie escriba ya poesía!"
dijo el presidente, el general, el policía.
Arte peligrosa como pócima de bruja
abriendo mentes
como ardor a piernas de mujer.
"¡Que nadie escriba ya poesía!"
repitió el presidente, el general, el policía,
"porque es un despropósito
oponerle vida a tanta muerte,
que nadie más amenace nuestro oficio".
Pero el loco siguió, la mente en blanco,
aferrado a su don
y armado hasta los dientes,
con palabras-canciones,
voces secretas que conocen los poetas,
fragmentos de sexo como letras,
caricias y fuego hechas palabras.
"Acá hay un subversivo",
delató un ejemplo de civismo
al presidente, el general, el policía.
Y torturaron sus manos pecadoras,
su sexo golpearon impiadosos,
hasta que confesó su culpa,
recitando su último poema.

 

 

ESPERANZA

No viene la esperanza de ustedes,cazadores de votos,
ni esperamos que unos pocos
colmen el hambre.
No se acalla el clamor de tantas muertes
con papeles en las urnas.
La esperanza es un puñado de palomas
que salen de las urnas,
puños enguantados de blanco,
almas de niños postergados,
gritos de justicia,
palomas que serán buitres,
que devorarán a los traidores,
hasta que los culpables paguen,
que los corruptos y asesinos
recorran los juzgados rumbo a la sombra.
Hasta entonces los puños abarrotarán las urnas,
sino serán palos y fusiles,
sogas y cuchillos, clamor en avalancha,
la violencia contestando a la violencia,
la muerte a la muerte.

 

PAÍS


Quién lucha por los que no pueden.
Quién podrá levantar a los caídos,
dar de comer y beber

a los que han perdido todo.


Un grito sordo se gesta en la tierra húmeda,
poblada aún de desconocidos
en ronda de miércoles.
Un abono de injusticias

germina la semilla violenta
que en mi suelo brota.


Y no hay olvido ni perdón,
sin justicia y trabajo,
sin comida y derecho.
Hay y habrá un rumor de olas cargando
sobre una frágil playa donde danzan
fantasmas y mujeres de ojos de agua,
una playa estrecha y pedregosa
que alguien alguna vez
llamó país.

 

SOBRE LA GRAN DESAPARECIDA

 

Cuando la gente desaparece
pocas cosas quedan detrás de ellos
unos libros con pensamientos y sentimientos
entre otros efectos personales
El recuerdo de la lucha o el sin sentido
que les costó la ausencia
Queda otra cosa
pequeña
sin importancia
inexistente
el pueblo
razón o motivo
causa de rebelión
dolor que generó la lucha
Lo demás desaparece totalmente
Los rostros
presentes sólo en pancartas
van desapareciendo de la memoria
las voces se vuelven viento entre los árboles
Su voz
fue la voz y la herida de la gente
la gente quizá sea su eco o grito
su gemido ante el dolor de la tortura
Cuando la gente desaparece
por gritar la voz de un pueblo mudo ante el espanto
el pueblo todo
la nación
desaparece
¿quién se llevó a mi argentina
con el rostro tapado
a un lugar oscuro donde reina el espanto
quién
quiénes
           traidores
                   hijos de puta
                      militares
                       faranduleros
                           cabezones
                              pinguinos
Se violaron
se violan a mi patria?

 

 

EL PUEBLO UNIDO


Hacer la revolución

Porque sí

Nadie me pregunta
por qué
duermo
como
respiro

Quieren saber por qué
la selva
por qué la gente junta
como dedos en un puño
como dedos en una mano abierta
como dedos en un pie

Quizá porque olvidaron
defenderse
extender una mano solidaria
avanzar juntos

Quieren saber por qué
me quedo en la retaguardia
desestructuro mi imagen
-Para no distraer la atención
de lo importante-
les digo
y no comprenden

Soy un hombre nada más
ellos son el rumbo
y el sentido

Nadie los nombra
ni les pregunta nada
Sólo de vez en cuando
para alguna votación
o festejo
los mencionan
les dicen pueblo

 

SENTADO SOBRE LOS MUERTOS

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.

Ayer amaneció el pueblo
desnudo y sin qué comer,
y el día de hoy amanece
justamente aborrascado
y sangriento justamente....

Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

EL SISTEMA SE MUERDE LA COLA


Crean tensión
como quien carga una pipa
Ponen el dedo bien adentro
y aprietan
Presión
sobre los indígenas
los humildes
los clasemedieros
Aprietan la mezcla
compactan
sólo falta la lumbre

PARA LA LIBERTAD SANGRO

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

 

LLEGÓ CON TRES HERIDAS

Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

 

LAMENTO DEL NIÑO ESCLAVO


En las tardes duelen mucho las manos
Se rajan. El frío quema”
Se lamenta Nestor. Un niño esclavo,
Minero, curtido de amargas penas.

Las manos encallecidas, los pies descalzos,
Las aguas estridentes, acuchilladas bajan.
Se hizo el silencio. No recuerda sus años;
desde muy pequeño se hunde en las aguas.

¿Quién prestará su voz a estos niños?
¿Quién los librará de estos clavos?
¿Quién tendrá la vergüenza, amigo,
de luchar por los niños esclavos?

Mirándome de frente sin pestañear,
Dijo, con profundos y sonrientes ojitos:
“no sé cuánto gano”. No podía descansar
y su paga es la de un panecito.

Engañados, arrojados en este infierno,
En las garras que devoran sus vidas,
Cementerios clandestinos llenos,
Si quieren escapar les asesinan.

¿Quién prestará su voz a estos niños?
¿Quién los librará de estos clavos?
¿Quién tendrá la vergüenza, amigo,
de luchar por los niños esclavos?

Son ya legión los niños esclavos:
mineros, prostitutas..., millones de niños
que en su tierna infancia son crucificados
en campos de concentración, de exterminio...

Sin que lo sepamos sufren diga y noche
en los pozos negros condenados,
trabajando para nuestro derroche
en las profundas tinieblas torturados.

¿Quién prestará su voz a estos niños?
¿Quién los librará de estos clavos?
¿Quién tendrá la vergüenza, amigo,
de luchar por los niños esclavos?


 


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